Adiós 2021
Menos de 365 días de vida, y nos dejara en breve, se marchara en silencio, llegó con muchas ilusiones para todos nosotros. En este tiempo se nos llevó a mucha gente, unos conocidos, otros no tanto; algunos nos impactó cuando se fueron, otros no tanto. Nos trajeron muchas normas nuevas para todos: unos las acataron otros decían que eran mentiras. Lo que no va de farol son las personas que ya no están entre nosotros.
Las mascarillas continúan y no hay previsión de que nos dejen, nos vacunemos una, dos y algunos hasta tres veces. Vimos familiares ingresar en hospitales, otros se quedaron en casa, pero aislados. Algunos decían que éramos un grupo de borregos por hacer lo que dictaban los gobiernos; otros se reían de covid y decían que era como un resfriado, luego tuvieron que ocupar cama en hospitales, ayudando a colapsar la sanidad.
Pasemos un verano los trabajadores de hostelería bastante malo, trabajemos poco y mal, para lo que estábamos acostumbrados. Un junio con mucha gente y julio y agosto a tope, este año no fue de esta manera, este año prácticamente no oímos hablar inglés, muy poco alemán; en fin, muy poco de todos. En los locales aforo limitado, en la barra sin servicio, en las terrazas separación máxima entre mesas.
La hostelería parecía la culpable de todos los males, los camareros trabajando muchas horas y siempre con la mascarilla en la cara, mientras en trenes metro y bancos nadie controla nada; bueno, en bancos si controlaban pues no les importaba dejar a nuestros abuelos en la calle, hiciera calor o frío lloviera o no, las normas: nadie puede entrar sin su cita.
Prácticamente era imposible coger hora para que te visitara un médico, todos tenían miedo de contagiarse, sobre todo los mayores. Cuando alguien falleció se tenía que marchar solo, la mayoría de veces los familiares no podían asistir.
La gente continúa cayendo. Da igual si era invierno, verano, primavera. Los jóvenes muchos seguían con sus fiestas y si cerraban los locales hacían botellón sin importar las molestias que producían.
Los que todavía no creían que las vacunas fuera sino una solución, si una ayuda para frenar al dichoso virus, continuaban con su ritmo.
En los locales la gente tenía que llevar la mascarilla mientras no consumían, pero la mayoria no lo hacían y como todas estas cosas muchas más, entre todos conseguimos que este virus continúe vivo.
Estamos preocupados porque no sabemos como pasaremos estos dias , en familia o solos cada uno en su casa como el año anterior, tenemos que felicitarnos todos porque todos en el fondo somos un poco culpables de que esto continúe igual o peor.
Empezando por dirigentes políticos que no sabían o no querían tomar medidas más contundentes. Espero que todos hayamos aprendido algo, si no es de esa manera el próximo año continuaremos igual. Aunque parezca increíble la única forma para reactivar la vacunación fue avisar que no podrían entrar en los bares y restaurantes.
Este escrito es la última colaboración mía con “CALELLA COMUNICACIÓN” este año. Espero que mis relatos os hayan hecho pasar unos ratos agradables mientras leíais, si he conseguido que con ellos lo anterior os quedara un poco olvidado me doy por satisfecho.
Yo en lo personal estoy contento todos los familiares más cercanos están bien, algunos pasaron el dichoso virus.Publique un libro (CARTAS DESDE LA OSCURIDAD DEL ARMARIO) que actualmente está en la cuarta reimpresión, algo impensable para mí cuando lo escribí.
También perdí algunos amigos, el bicho no perdona a nadie, espero que todos ustedes puedan despedir este 2021 con tranquilidad y sin sobresaltos y sobre todo bien de salud. A los que perdieron algún familiar les doy mi más sentido pésame, el que tiene que nacer 2022 espero sea definitivo en lo relacionado con el dichoso COVID.
Un abrazo para todos y si a alguien moleste con alguno de mis relatos le pido perdón, FELICES FIESTAS, AMIGOS.