Sucedió en Navidad
23 DE DICIEMBRE DE 2019. Eran las 15:30h. Acabó su jornada de trabajo y se disponía a marcharse a su casa a preparar las cosas para un viaje a visitar a la familia. Se montó en su bicicleta y se marchó después de despedirse de los compañeros de trabajo.
Estaba tranquilo y relajado; le esperaban 10 días de vacaciones. Dándole vueltas a sus pensamientos, no se percató de un patinete que le seguía en la distancia. Era una persona con gorro, guantes y unas gafas oscuras.
Al fin llegó a su casa y aparcó la bicicleta en la puerta de su casa atada a una farola. Sacó las llaves de su bolsillo y abrió la puerta. La calle estaba solitaria a pesar de la hora, pero el frío no acompañaba a estar en la calle.
Sacó una lechuga de la nevera y se preparó una ensalada, se hizo un bistec a la plancha y se sentó en la mesa de la cocina. Cuando estaba a punto de acabar de comer, sonó el timbre de la puerta. Se levantó desganado y abrió la puerta, pero no se veía a nadie en la calle, solo dos coches aparcados de los vecinos.
Se sentó a ver un rato la televisión y aunque no hacían nada interesante, le entretenía, y volvió a sonar el timbre.
Otra vez no se veía a nadie, al no haber colegio le extrañó, porque a veces los niños tocaban el timbre y salían corriendo, pero hoy no había colegios. Cerró la puerta y se sentó otra vez en el sofá, pero algo le extrañó: él estaba viendo la Sexta y ahora estaba puesto TRECE, un canal que él nunca miraba; pensó que al levantarse se cambió el canal. Volvió a sonar el timbre, esta vez se levantó muy cabreado; los niños o quien fuera se estaban pasando. Salió a la calle y no había nadie, solo su bicicleta atada a la farola pero toda roja. Parecía sangre, se acercó y vio que era pintura: alguien le estaba gastando una broma muy pesada. Volvió a entrar en casa y otra vez en la televisión estaba el canal 13 con una película extraña para esa hora y día: La noche de los muertos vivientes.
Le dio un aire frío que venía de la ventana del balcón. Él no la había abierto, estaba seguro, pero estaba abierta. Se asomó al balcón y vio algo que le dejó mas frío todavía: el gato de una vecina que vivía cerca estaba atravesado por una flecha y colgado en su tendedero. Entró en su casa un poco asustado por todo lo que estaba pasando y realizó una inspección ocular a toda la casa. Todo parecía bien, pero la televisión otra vez estaba en la cadena 13.
Se relajó pensando que todo eran paranoias suyas y se acercó al cuarto de baño para ducharse. Se miró al espejo desnudo, le gustaba su cuerpo. Esperó a que el agua saliera caliente para meterse bajo el agua. El agua calentita le encantaba, pero de pronto empezó a salir fría. Salió un poco cabreado, tenía que bajar a la planta baja a encender la caldera. Cuando pasó cerca de la ventana se dio cuenta que otra vez estaba abierta y él la había cerrado antes. La volvió a cerrar de un golpe y se fue hasta la caldera para encenderla. Estaba encendida, pero la temperatura del agua estaba muy baja, ¿quién la había bajado?
Ya estaba nervioso y un poco asustado, estaban pasando cosas muy extrañas. Intentó quitárselas de la cabeza y volvió a la ducha. Lo que vio ya lo dejó helado: en la ducha estaba la flecha con el gato atravesado, la que estaba en el balcón. Cogió el secador de pelo como arma para defenderse y fue dando la vuelta a toda la casa. No vio a nadie, pero tomó la decisión llamar a la policía. Marcó el numero en su teléfono de casa, pero fue inútil: no había línea. Buscó su móvil, pero no aparecía por ningún lado.
Fue a la cocina y cogió un cuchillo grande que tenia, estaba muy asustado y quería poder defenderse de lo que fuera.
Le pareció oír pasos en el piso de arriba, subió muy despacio pero no vio a nadie, solo una frase en el espejo con pintalabios: 24/12/2016. Le horrorizó esa maldita fecha: fue el día en que volvía de una fiesta y, conduciendo bajo los efectos del alcohol, atropelló a un chico joven de 22 años matándolo en el acto. Él se dio a la fuga para que no lo detuvieran.
¿Quién era y qué quería ahora que él ya lo tenia olvidado?
Se giró y solo pudo ver la silueta de una chica joven. Entonces recibió un fuerte golpe en la nuca con un objeto duro. La persona que lo hizo lo dejó tumbado en las escaleras y salió de la casa.
Alguien llamó a la policía porque la puerta de la calle estaba abierta. Cuando la policía entró solo vio el cuerpo del hombre fallecido en las escaleras con una toalla. Los curiosos estaban en la calle mirando hacia el interior, cuando sacaron el cuerpo
todos estaban apenados por lo sucedido. Según la policía, salió de la ducha porque se apagó la caldera y al bajar por las escaleras resbaló y falleció al poco rato. Solo una mujer preguntaba si alguien vio un gato que se escapó, desde el día anterior no sabia nada. Detrás de todos los curiosos, había una chica joven de 22 años con una foto en la mano: la foto del chico que murió atropellado un día de Nochebuena de 2016 a la que besó y pronunció estas palabras en voz baja: YA PUEDES DESCANSAR EN PAZ.